La Magnificencia del 3, 6 y 9 de Lily del Pilar

¡Hola, de nuevo, mis queridos lectores! Hoy les traigo la reseña de un libro complejo y profundo. Asimismo, le advierto que toca temas delicados como el abuso psicológico, abuso sexual y problemas de salud mental. No es un libro apto para menores de edad.

Título:  La Magnificencia del 3, 6 y 9

Autora: Lily del Pilar

Editorial: Montena

Páginas: 608

Reseña:

¿Existe un universo en el que un profesor de física y un idol kpop se enamoren? Kim Minwoo es un profesor de física recién graduado, por lo que se encuentra desempleado. Aparte de su amigo, Haru, lo acompaña su rata mascota, Ratata. Una noche, decide ir a la tienda de conveniencia y, por suerte o casualidad, termina conociendo al artista kpop del momento, Lee Na Moo. Este último cree que Minwoo es un "sasaeng" porque se han encontrado varias veces. No obstante, cuando Ratata hace su aparición, el idol comienza a golpear a Minwoo creyendo que lo protege de la rata. Lo que ninguno esperaba es que el colmado vendiera la grabación a una empresa de chismes y Namoo terminara siendo cancelado y mandado a hiatus. Así comienza el viaje de Minwoo y Namoo.

¿Qué decir de este libro? Tengo muchos sentimientos en torno a él. Hacía mucho que no tenía una conexión emocional con un libro. Mientras lo leí me encontré sintiéndome ansiosa por el personaje de Namoo. Asimismo, no pude evitar sentir frustración, enojo, tristeza y dolor con el final. Es un libro que me llevó a reflexionar sobre el poder que las personas tienen sobre otros. Me recordó que la vida es corta para desperdiciar el tiempo con personas y situaciones que no nos hacen bien.

Comenzaré suave y hablaré de Kim Minwoo. Entender a este personaje me costó un poco y fue porque no entendía su apego con su rata mascota. Asimismo, a pesar de que estaba en sus 23 años, algunas de sus actitudes, al inicio, me parecieron aniñadas. No obstante, le cogí mucho cariño. Dentro de todo el caos de la historia, Minwoo es una voz de sabiduría y madurez. Quizás se deba a los años que lleva trabajando consigo mismo,  pero en muchos casos fue la voz de la sensatez. Incluso, aunque él no lo crea, no muchos harían lo que él hizo por Namoo, aunque algunas cosas debió no hacerlas. Lo más que me gustó de él es su cabeza llena de cosas extrañas y científicas. Me fascinó como siempre comparaba las situaciones con hipótesis, teorías, leyes o términos científicos.  A veces, me sentía como como Namoo, tonta e inteligente, mientras lo escuchaba hablar. Aunque no fui fan de su mascota, Ratata le daba un aire de profesor cool y loco, por lo que me gustó ver cómo los estudiantes lo adoraban. Si en algo Minwoo era nato, era para enseñar y creer que todos tienen el potencial de brillar. El mundo necesita más profesores como él que enseñen por pasión. Por otro lado, lo que no me gustó de él fue que no sabía poner límites.

Durante todo el libro, no dejé de cuestionarme el romance entre Minwoo y Namoo. No dudaba de sus sentimientos, sino en las circunstancias en las que estaban. Namoo se encontraba frente a un cuadro de depresión, ansiedad y ataques de pánico, y muchas veces Minwoo fue su ancla a la realidad. Ahí, es cuando empecé a dudar de qué tan sana era la relación. De hecho, ambos psicólogos, el de Minwoo y el de Namoo, se lo recalcan en sus respectivas sesiones. Ahjussi, en un momento, le dice a Namoo que está creando una codependencia emocional con Minwoo. Mientras que la psicóloga de Minwoo le recuerda que es la pareja de Namoo, no su centro de rehabilitación. Es aquí cuando se ve que los dos no tienen límites definidos ante la situación. Entiendo a Minwoo y su deseo de no ver sufrir a Namoo, pero no podemos ser los salvavidas de las personas que amamos. Tenemos que darle el espacio para que averigüen las cosas por sí mismos. Esto no quiere decir que los abandones, sino que no permitamos que nos conviertan en su única razón para estar bien; eso es peligro y no es sano. No  obstante, siempre me quedó claro que su amor era genuino, pero había mucho daño de por medio.

¿Cómo comenzar con Namoo? Este personaje se llevó mi corazón y mi estabilidad emocional. Lee Namoo es un chico que, tras participar de un programa de supervivencia, debutó como artista kpop.  Él lleva en la industria desde los 15 años y las cosas que vivió no se las deseo a nadie. Con este personaje, Lily del Pilar se adentra en el lado oscuro del mundo del entretenimiento surcoreano, que tantos artistas buenos nos ha robado. Leer este libro era doloroso porque sé que las cosas, que la autora describe, han pasado y ocurren en el mundo real. Mi primera bandera roja sobre  el estado mental de Namoo no fue el insomnio, sino su aversión a que lo tocaran junto a su obsesión por lavarse las manos. Desde ese momento temí lo peor del pasado de Namoo y más tarde fue confirmada mi teoría. Primero, él odiaba que lo tocaran porque en su línea de empleo lo hacían todo el tiempo y sin su permiso. Esto es una realidad para todos los artistas, los cuales no tienen la oportunidad de que se les respete el espacio personal. Muchas veces, esa violación de la intimidad viene de los fans que olvidan que ellos son seres humanos.

El segundo aspecto y mi teoría probada es que Namoo, desde los 15 años fue abusado psicológica y sexualmente por gente poderosa de la industria. Estas mismas personas se encargaban de mantenerlo atado a una vida que odiaba, pero de la que no podía escapar. En esta parte, reafirmé mi disgusto porque se le permita a menores de edad ser famosos. Las únicas preocupaciones de los niños deberían ser jugar, tener buenas calificaciones y dormirse tarde por ver su programa favorito. Es antinatural que un niño tenga que enfrentarse a una industria como la del entretenimiento. Peor aún, es que los padres de Namoo lo obligaron a ser idol, lo despreciaron, lo abandonaron a su suerte, pero para recibir su dinero, siempre estaban. En resumen, la historia de Namoo me reafirmó que debería ser ilegal que menores trabajen en la industria del entretenimiento porque hay adultos mal intencionados que se aprovechan de su inocencia y los sueños de estos niños para hacerles daño.

El momento en que más frustrada me sentí fue cuando Namoo comenzó a ir a terapia. La autora reflejó el proceso tan bien, que era difícil de leer. No existe una varita mágica que arregle todos los dolores deprisa y eso nos quedó claro con Namoo. De hecho,  yo estaba deseando ver su punto de vista durante la sesiones con el psicólogo, pero eran duras de leer porque para sanar él tenía que sacar todo lo que llevaba guardando por años. Más de 6 años de abusos no se iban a superar en días ni en semanas. Incluso, el mismo psicólogo le dice a Minwoo que el trabajo de sanación de Namoo tomaría toda la vida porque el daño estaba muy arriesgado en él. La parte más dolorosa era verlo mejor y que luego de una sesión tuviera una recaída. Por eso, entendía a Minwoo porque no debe ser fácil ver que la persona que amas está sufriendo, pero no hay nada que tú puedas hacer para mejorarlo. Solo puedes estar para acompañarlo y darle apoyo.

"La Magnificencia del 3, 6 y 9" es un libro que me engañó por completo. Empecé a leerlo creyendo que sería una bonita historia de amor y resultó ser algo mucho más profundo. No me malinterpreten, el libro superó mis expectativas y la autora desarrolló todo a la perfección. Eso sí, hubiese agradecido una advertencia de que el final no estaba apto para leer en público; solo diré, mal día para maquillarse. Asimismo, este mes Lily del Pilar publicó la secuela, El Gato de Schrödinger, el cual explora si las personas están destinadas a encontrase en todas su vidas. Quizás aquí Minwoo y Namoo tengan la vida que merecen. No se desesperen, que ya lo compré y estoy esperando que me llegue; así que también habrá reseña. ¡Hasta aquí la reseña de hoy! Espero que les guste y, si ya lo leyeron, no olviden dejar su opinión en la caja de comentarios. ¡Nos leemos pronto!

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