Ingredientes + Una buena ecuación = Una Relación Exitosa

Amor, que palabra tan corta, compuesta de cuatro letras y solo dos sílabas. Es irónico decir que tan pequeño detalle encierra tan poderoso sentimiento. Desde épocas remotas, esto es lo que ha movido el mundo y el día en que desaparezca puede ser el final de todo lo que conocemos. Y es que por amor se han hecho cosas impresionantes y sin él básicamente no existirían las artes. Es este sentimiento, el cual mueve al músico a crear grandes hits que se convierten en himnos mundiales. Si tienen dudas, pregúntenle a David Bisbal, Chayanne, Pablo Alborán, entre otros. Estos grandes artistas y otros más se han vuelto la cara romántica de la música, y dónde quiere que hay una actividad romántica, allí está su música. Lo mismo pasa con la literatura, son estas grandes historias de amor entre tinta y papel que se convierten en grandes éxitos y hasta llegan a la pantalla grande.

¿Quién no ha leído o visto en pantalla grande una historia épica de amor? ¿Saben que es lo más que me gusta? Cuando ambos protagnistas se dan cuenta de que han pasado por muchos obstáculos y aún se siguen amando. Es como la forma del universo decirles que son el uno para el otro, y que aún en las adversidades eso no va a cambiar.

Tener una relación es algo complicado, pero no imposible. La clave inicial para que eso funcione es reconocer que es un trabajo de dos, no de uno. En el momento en que eso dependa de una sola persona, que ella o él sea el que cargue con el peso, los sentimientos, los detalles y la constancia, no es una relación. Así que reconocer que ambos son igual de importantes y que son los que hacen la relación, es el primer paso para que sea exitosa. Otro ingrediente importante que debe tener esa relación, es la comunicación. Sin comunicación se crean los malos entendidos, y a parte de la infidelidad, la falta de comunicación es una de las razones por las que ocurren las separaciones.


La constancia es sumamente importante, como quieres que crezca el amor si no estás alimentandolo cada día. Y con esto no me refiero a estar todo el día diciendole cuanto la o lo amas o en gastar mucho en regalos. Con esto me refiero a los pequeños detalles que le recuerden lo mucho que lo amas o la amas. Eso puede ser desde un buenos días hasta unas buenas noches, un simple "te he tenido en mis pensamientos todo el día", un ¿cómo estás?, o que te parece si compramos pizza y vemos una película en Netflix, o simplemente escuchar mientras te cuenta sobre su día. La base de una buena relación es alimentarla con pequeños detalles que más tarde a largo plazo tendrán un gran resultado. Es como cuando plantas una flor, tienes que darle amor y cuidados. No puedes echarle mucha agua, porque se ahoga y se muere, pero tampoco puedes dejar de regarla porque también se muere. Debes regarla un poco cada día, para que esa semilla que plantaste se convierta en una flor o en un árbol. Y así son las relaciones de parejas si les pones un exagerado esfuerzo, puedes hacer que la persona se asuste y pues se vaya. Por el otro lado, si no le pones mucho esfuerzo puedes ocasionar que sienta que no le interesas y también terminaría con esa persona yéndose. La ecuación perfecta es saber que todos los días hay que regar la planta y que no se debe echarle demasiado.

Pero, la parte más importante, el ingrediente esencial sin el cual nada funcionaría, es el amor. Los ingredientes anteriores son necesarios para que la relación funcione, pero si no esta el amor. no podemos comenzar a llevar a cabo la receta. Una relación no se fuerza, no se busca, no se obliga. El amor no es algo que busques, y a veces si lo intentas demasiado puedes llegar a terminar con un montón de Mr. Incorrectos, y en ese momento te preguntarás, ¿Cómo he llegado aquí? ¿Cómo llegué a pensar que eso iba a funcionar? La verdad es que te centraste en la parte equivocada, y como en cada receta si pones el ingrediente equivocado, la comida no sabrá como se supone o como en cada ecuación matemática, un signo mal puesto, una operación mal hecha o un número mal puesto, dañará la ecuación completa. Para que todo funcione, debes dejarte sorprender. El amor es espontáneo, llega cuando menos te lo esperas en el momento más inesperado, y BOOM te golpea. Instantáneamente has quedado flechado por el amor.

Y, ¿cómo saber que amas a alguien? Muchos, empiezan a hacer una lista, pero esas razones pueden ser por las que te gusta esa persona, no por la cual la amas. Porque recuerda, interés, gustar y amar son cosas diferentes. Cuando te interesa alguien, es porque está despertando tu curiosidad, y en algunos casos esto puede ser el inicio, y en otros la ecuación se puede quedar ahí. Sin embargo, si el interés persiste y empiezas a sentir algo más, te puedes estar moviendo a la etapa del me gustas. Esta etapa es cuando ya quieres conocer a la persona, pasar más tiempo con ella y estás empezando a pensar en la probabilidad de que algo surja. Pero amar es algo distinto.


Cuando se ama, uno aprender a amar las fortalezas y debilidades de la otra persona. Uno es paciente y persistente. Sabes que amas a alguien, cuando es tu primer pensamiento en la mañana y en las noches es en lo último que piensas. Cuando un buenos días simplemente ilumina tu último día. Cuando te pones nervioso al leer que te ha llegado un mensaje de esa persona, y más cuando sonríes al leerlo.Cuando los nervios te atrapan y no sabes si contestar esa llamada o video llamada, pero al momento de verlo o escuchar su voz, desaparecen. Amar es cuando estás ahí para apoyar a esa persona en sus malos momentos, porque en los buenos cualquiera puede estar. Cuando celebras cada logro suyo como si fuera tuyo. Cuando las horas parecen minutos, los días, horas, las semanas, días y los meses, semanas, y el año, meses. Es la emoción de la expectativa de saber que pensará esa persona cuando le des un regalo.  O cuando amas el brillo de sus ojos cuando te cuenta algo que es muy importante para él o ella.

Si ya has encontrado a alguien así, a tu compañero de vida, no lo dejes escapar porque lo que tienes ahí es una joya, literalmente te has ganado la lotería. Si aún no lo o la has encontrado, no te desesperes, porque esto toma tiempo y en vez de estar con muchos incorrectos simplemente puedes esperar a que el correcto llegue, porque la verdad es que llegara. Es como la historia japonesa de hilo rojo del destino. Desde que nacemos, tenemos un hilo rojo alrededor nuestro, y la otra punta de ese hilo es la persona con la que estás destinada a estar. No importa el tiempo, la distancia, los horarios porque en el momento en que deban conocerse llegará. Porque ese hilo podrá estirarse, contraerse, encogerse, pero jamás podrá romperse. Y la verdad es que cuando estás destinado a alguien es como un perfect match. Y no hablo de una media naranja, porque todos estamos completos. Hablo de una persona con la que puedes compartir tu vida, tus recuerdos, tus aventuras.

Cuando esa persona llegue, creeme lo sabrás. Es en ese instante cuando la o lo miras y te das cuenta que no puedes visualizar un futuro en el que no te imagines a esa persona en él, es ahí cuando definitivamente hallastes al indicado. Y junto a los ingredientes que les mencioné puede que tengan una relación éxitosa, duradera y hermosa.

Mi deseo para todos los que estén leyendo esto es que encuentren ese alguien especial con el que puedan envejecer juntos, con el que la chispa nunca se apague y de quién te enamores cada día como si fuera el primero. Siempre recuerda que esto es algo de dos, y que a veces hay que arriesgar el corazón porque hay un 50% de probabilidad que salgas herido, pero hay otro 50% de que tengas la mejor experiencia de tu vida.

Arriesgate, ama, que la vida es corta y cada día no es un día más que tienes sino un día menos.